153 ANIVERSARIO DEL COLEGIO DE INGENIEROS DE VENEZUELA
CENTRO DE INGENIEROS DEL ESTADO COJEDES (CIECO)
DISCURSO CENTRAL
“UN CENTRO DE INGENIEROS DINÁMICO Y UNIDO
ES GARANTÍA DE MEJOR CALIDAD DE VIDA
DE SUS AGREMIADOS
E INSPIRACIÓN
DE PROGRESO PARA EL ESTADO COJEDES”.
PALABRAS A CARGO DE:
Ing. LARRIS EDUARDO SILVA LARA.
SAN CARLOS, 28 DE OCTUBRE DE 2014.
“¡ESTIMADOS
COLEGAS, SEÑORAS Y SEÑORES…!”
Aprecio hondamente su asistencia a este sencillo, pero muy
significativo, acto de conmemoración del 153 aniversario del Colegio de Ingenieros de Venezuela.
Como preámbulo, extiendo sinceras felicitaciones a los ingenieros,
arquitectos, geógrafos, agrimensores, urbanistas, geólogos y demás
profesionales afines que conforman a esta centenaria confraternidad nacional…
con especial afecto a todos los agremiados al Centro de Ingenieros del Estado Cojedes (CIECO).
En principio, quiero decir,
que al referirnos a la corporación que hoy nos congrega, con fuertes vínculos
fraternales, es preciso explorar las más intensas convicciones para asimilarla
como nuestro segundo hogar, nuestra familia gremial… asemejándola con la propia
casa donde nacimos y recibimos ese afecto
infinito de nuestros viejos.
“Al CIECO lo debemos apreciar y defender
como una segunda morada, la cual con el tiempo ha mejorado su lugar de
habitación, para abrigarnos en su seno como
una profusa progenie de alta calidad humana, que en un día como hoy, rinde honores a la memoria de sus padres fundadores,
de quienes hemos heredado una fortuna de: valores, principios, saberes y
experiencias” que por tradición han de quedar como legado, para las
generaciones por nacer…”
Estimados colegas, amigas y amigos…
Dentro de esta gran familia gremial siempre nos
corresponderá asumir el rol de “un
hermano mayor”… fundando respeto,
acatando las normas, conservando el orden y dando el mejor ejemplo a seguir por
los “hermanos menores, recién venidos al
mundo profesional” e inclusive, nos toca velar por la buena formación
de los que aún están en el “vientre académico” de la preciada Alma Mater.
En consecuencia, esta corta disertación se orientará:
Primero:
A tocar la
importancia de la familia del CIECO ante
la sociedad regional
Segundo:
A destacar algunos aspectos claves en logro de una familia organizada y dispuesta a luchar por sus sagrados intereses.
Y en tercer término:
A dar un vistazo al futuro familiar,
en cuanto a las expectativas de sus integrantes, así como a los retos que han
de afrontar sus actuales representantes.
En cuanto a su trascendencia…
El CIECO está
integrado por más de 1.220 profesionales
de la ingeniería, arquitectura y afines.
Quienes representan un componente importantísimo, de elevada calidad humana,
dentro del capital social autóctono de la región, que por su formación ilustrada
le corresponde asumir, a todo momento, una posición de avanzada beligerante al
frente de la sociedad cojedeña, además de cumplir, a tiempo completo, una
función asesora ante los entes gubernamentales, en favor de promover el
desarrollo integral del estado Cojedes.
Es decir, el
CIECO, bajo ninguna circunstancia, ¡jamás
deberá permanecer callado! En los
aspectos que competen a su injerencia gremial, persistiendo en el tiempo, como
“férreo defensor” del mejoramiento de
la calidad de vida de sus integrantes, así como vigilante del progreso de todos
los habitantes de este promisorio estado llanero.
En lo referente a sus fines…
El CIECO, como organización intermedia, debe permanecer
unida como una verdadera familia gremial, rindiendo honores a
la memoria de nuestros insignes
ancestros precursores, en fiel resguardo de los más preciados valores de
convivencia social, en digno cumplimiento de los elevados principios morales
que nos dicta el código de ética profesional y en acatamiento pleno de las normas legales
establecidas en la sociedad venezolana.
Este vínculo fraternal, debe estrecharse cada
día más, cerrando el paso, -“sin dejar fisuras”- a los intrusos e
indeseables intereses ideológicos
partidistas, que en el pasado reciente pudieron causar dispersión y pasajero
debilitamiento gremial, ocasionando en el
CIECO una disminución temporal de la capacidad de logro sus fines
consagrados…<< De las malas
experiencias también debemos tomar lección, en procura de no repetir los mismos
“errores de diseño” en su estructura gremialista>>
Es preciso recordar, que la gran familia del
CIECO, debe la fortaleza de sus pilares,
principalmente: al respeto mutuo entre sus afiliados; a la calidad de las
relaciones practicadas por nosotros mismos
y a la firmeza de nuestras convicciones…, más que a la cantidad numérica
que acumule el listado de sus integrantes.
Esa virtuosidad y solidez ideal del CIECO, a de ser gestionada, día a día, “abriendo
sus puertas” a todos los
planteamientos gremialistas que a ellas toquen, en procura de robustecer sus
órganos internos para que: en primer lugar, pueda defender socio-laboralmente al
propio agremiado, brindándole además beneficios directos a sus
familiares; y en segundo término, así pueda afianzar su prestigio ante
el entorno social, donde comparte vida activa con otras notables entidades
profesionales del estado Cojedes.
En relación
a las expectativas del gremio…
Cada uno de los
afiliados al CIECO, debe sentirse orgulloso de su
procedencia, por recibir en su hogar los
más puros sentimientos de bondad que le
fortalecen su corazón. Cada quien, con su Título, debe sentirse privilegiado
ante la sociedad, por la
oportunidad otorgada para estudiar y seguir desarrollando la
mente, ganando la experiencia valiosa para ser mejor profesional. Cada uno de
nosotros, debemos juzgarnos bendecidos por
el poder supremo, al recibir la luz vigorizante del espíritu, que nos permite obrar con fe y armonía en la búsqueda
diaria del bien común.
Sin embargo, esas virtudes radicadas en nuestra mente,
corazón y espíritu, servirán de poco “si quedan encerradas” en nuestro interior. Debemos colocarlas a
disposición de quienes siguen nuestros pasos y sirvan de provecho a mucha gente,
en retribución plena por los invalorables beneficios obtenidos de esta noble
sociedad.
Esas tres dimensiones humanas, de nosotros como
profesionales, serán por siempre “la
mezcla combustible” requerida, para poner en marcha los adelantos de la
ciencia, la técnica y la tecnología como “turbinas
propulsoras” del desarrollo humano del estado Cojedes. En consecuencia, el CIECO debe convertirse en un “Centro
de acopio, procesador y generador” de información científica, donde
inclusive a toda esa “Materia Prima diversificada”, se le inyecte “valor agregado”, elaborando catálogos y manuales de apoyo para los
cursos de mejoramiento profesional, además de otras publicaciones que permitan
transmitir nuestros saberes al resto de la colectividad.
Respecto a los retos de la nueva gerencia…
La remozada junta directiva del CIECO, debe saber interpretar “el mensaje a García” enviado por los agremiados que participaron en
el reciente pasado proceso eleccionario, en el cual una gran mayoría se
pronunció a favor de un cambio, de “un giro
de timón” que permita al CIECO “retomar
el rumbo hacia puerto seguro”, donde todos - por igual - puedan abordar a
sus beneficios como familia gremial.
Los nuevos representantes del CIECO, deben plantear el cambio de paradigma <<de un centro apático, por un gremio participativo
y diligente >> en cumplimiento de sus fines corporativos. Que siempre
este apegado a los intereses de sus agremiados y además, fundamente su toma de
decisiones con legitimidad a lo acordado en Asamblea General como máxima
autoridad gremial.
Los dirigentes recién elegidos en el CIECO, deberán captar la atención, motivar, incorporar,
estimular y acompañar al mayor número
posible de agremiados, para que contribuyan con su mente, corazón y espíritu a
solucionar los inconvenientes internos de la familia gremial, en beneficio
amplio de todos sus integrantes.
El trabajo en equipo del CIECO, como familia gremial, debe incentivar la
participación voluntaria de los agremiados y sus dependientes, en procura de
fortalecer -aún más- sus nexos y convicciones gremialistas, en ganancia del
afecto y colaboración de todos.
En resumen
Antes de terminar, debo expresar que, hoy 28 de
octubre, a 153 años de la fundación de nuestro gremio profesional a nivel nacional y a escasos 25 días de haber elegido una
nueva Junta Directiva del Centro de Ingenieros del Estado Cojedes, la
cual regirá los destinos del CIECO
durante el periodo 2014 – 2016, deseo solicitar, encarecidamente, a cada uno de
sus integrantes, que dentro de esa profunda reflexión que sugiere esta magna
fecha, en vez de preguntarnos:
§ ¿Qué puede hacer el CIECO como
gremio por cada uno de nosotros?...
Será más gratificante responder, íntimamente:
§ ¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros para fortalecer a
nuestro gremio?
Estas respuestas deben despertar el interés de
sumar nuestras ganas de trabajar por el
CIECO… aportando las mejores ideas de nuestras mentes creativas,
irradiando las más potentes energías
positivas de nuestros corazones y sobre todo apuntalando con nuestro elevado espíritu de trabajo la
encomiable labor gremial -que de buena fe-
seguramente están llevando a cabo, tanto la junta directiva, como los
diferentes órganos que le dan vitalidad a nuestro Centro...
El exhorto final, estimados hermanos y hermanas, es a sumar voluntades y unir esfuerzos, en
afán de no dejar solos a los colegas gerentes que en este mes asumieron
las riendas del CIECO, ya que el éxito de ésta y las futuras directivas,
dependerá, en gran medida, de nuestra capacidad motivadora a la incorporación voluntaria, para llevar a la práctica los planes
de acción, diseñados en función de resolver ¡Felizmente y entre todos!!!, cada una de las
dificultades detectadas dentro de esta perfectible corporación profesional.
Ya para concluir, deseo agradecer a dios, por
encima de todas las cosas, al proveerme la vitalidad necesaria para celebrar este día tan especial para los
ingenieros, arquitectos y profesionales afines…
Así mismo, extiendo públicamente mi profundo reconocimiento personal al ing.
Jesús Waldemar Pinto Aponte quien en nombre de los demás colegas y
fraternos representantes de este magnánimo centro profesional, tuvieron
la grata deferencia en distinguirme, como orador de estas
sencillas, pero sentidas palabras de aliento gremial…
En fin, quiero darle 153 millones de
gratitudes a todos los presentes en este
acto, por permitirme llevar hasta ustedes este afectivo mensaje de armonía,
acompañado de un fortísimo abrazo y sinceras palabras de felicitaciones.
¡Éxitos a la recién elegida Junta Directiva y a los
nuevos representantes gremiales del CIECO!
¡Congratulaciones a los hermanos y hermanas de la gran familia de este Centro Profesional!
Y, por sobre todas las cosas… ¡Que viva el prominente estado Cojedes!
Gracias….