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jueves, 6 de noviembre de 2014

TORTURA EN VENEZUELA. "Sigue un Colón maltratando al pueblo"

[Las Noticias de Cojedes, Sábado 08/11/2014]
Defendamos a Cojedes

Sres. Gobernantes:   “El Colón sigue torturando al pobre”
Saludos amigos(as) lectores “Defensores de la dignidad ciudadana”, de esa calidad de ser valioso por la capacidad de discernir, de estar dotado de libertad para actuar y ser creativo, es decir, de tener autonomía para pensar, opinar y sobre todo, para no ser “un mero súbdito”, sino todo lo contrario "un dueño y señor de sus acciones"… “sólo el que sabe y puede gobernarse a sí mismo”. La dignidad humana es un valor o (derecho) inviolable de la persona, la juventud nacional debe rescatar su libertad de comprar, de consumir y de poseer lo que le venga en gana.
La nombrada dignidad del venezolano, viene siendo mancillada cada día más con el renacer de “Los Colones” y toda una generación familiar de Colitas, Colas y Colotas que “Los esclavos modernos” están obligados a hacer desde que amanece, sin que la autoridad nacional y mucho menos la regional se dignen en atender, “se hacen los locos, de la vista gorda o fungen de alcahuetes de los dueños del comercio”… “dejando a los pobres a la mengua de la injusticia de los más vivos, siendo castigados en su propia inocencia por los rufianes con credencial, repelando lo que subastan con sobreprecios los mercaderes protegidos”. Ese Colón que hoy tortura, maltrata, expone y deprime al ciudadano original, se asemeja al mismito Tirano Descarado que trajo depravación administrativa al Nuevo Mundo, hace 5 siglos atrás, veamos…
§ Érase una vez un personaje llamado Colón,  “…hace unos 500 años fue depuesto como gobernador de las Indias a causa de sus atrocidades contra la población local, dando al traste con su imagen de descubridor virtuoso y de ser benévolo y sufrido.  Los documentos revelan que éste torturaba a sus esclavos y mató de hambre a varios de sus subalternos.  Colón maltrataba a los nativos, los esclavos, incluidos esclavos blancos españoles, eran vendidos en la plaza y castigados con severidad por pequeñas faltas. A un joven indígena sorprendido sustrayendo Trigo, le cortaron la nariz y las orejas, fue encadenado y vendido como esclavo. Más grave aún, a una mujer que reveló la baja clase proletaria de Colón, Bartolomé hermano del navegante, mandó a cortarle la lengua después de hacerla torturar y exhibirla desnuda sobre un Burro. La gente pasaba muchísima hambre. Había envidias, rencores, rumores de todo tipo... Era una vida de frontera, había subastas de personas en la plaza. Colón y sus hermanos aplicaban justicia sin juicios, no distribuían los víveres entre los colonos y aparecen como unos tiranos con enorme avaricia". <<Cualquier similitud con el gobierno actual es pura casualidad>>
Estimados coterráneos, no podemos ceder nuestro temple  ante las autoridades, debemos exigir respeto a nuestros valores ciudadanos consagrados en la Constitución y demás leyes nacionales, esas normas tan elementales que nos imponen nuestras obligaciones (Deberes), pero que también nos asisten al beneficio de nuestros Derechos [a buenos servicios – de salud, educación, agua, luz, transporte, seguridad-, vivienda, empleo, buen salario,  protección social, alimentación, entre otros]. En consecuencia, es indispensable que el venezolano aplique el Código REPRO [Reclamar, Exigir, Protestar, Refutar y Oponerse] a todas esas medidas sectarias que traen mayor caos en la población, y de otras que -por ser burocráticas- causan mayor ineficiencia en los entes oficiales. No obstante, todas, por separado o por añadidura, “empatucan” - aún más- la situación cotidiana de la gente, incrementándose “El Rollo del día a día”… Comienza con una Colita, luego crece rápido y se convierte en Cola, en un pestañeo pasa a ser una Colota, para transformarse en un descomunal Colón torturador.
En resumen,  la actualidad del estado Cojedes no escapa a esa indeseable condición  donde la gente a de  “perder el santo  día, por un Colón”, sobre todo para comprar “La chaima, La pasta y La menestra” para “zumbarle al saco”. Un día normal para un padre de familia en San Carlos, transcurre rindiéndole honor al tirano Colón: “… hacer la Cola para llenar el tobito de agua pa´echarse un baño. Cumplir con la Cola en la Parada de bus para llegar al centro. Meterse en la Cola del banco para sacar efectivo. Ir  hacer el Colón del gas pa´poder cocinar. Pero antes, hay que pasar por Mercal y calarse otro Colón pa´llevar La Sardina. Sin embargo, después de aguantar ese suplicio, tienes que `mover la culito` buscando los Colones que faltan: la Cola del Café, la Cola de la Harina, la Cola de la crema dental, la Cola del Ace, la Cola del Pañal, la Cola de la Mantequilla, la Cola del Shampoo, la Cola del Jabón, la Cola del Medicamento, entre otras nuevas que salgan en la semana”…
En fin, “El Colón más depravado no es el que se forma en la calle para conseguir algún producto, sino aquel  que emula su otrora atrocidad oficial sirviendo de alcahueta a sus mercaderes”.
Autor: Larris Eduardo Silva Lara. C.I.: V-5.744.398.
Ing. Agrónomo. Lcdo. Esp. Educación Técnica. Tasador Profesional. Consultor Ambiental.
E-mail: larris_silva@hormail.com. Twitter: @larris_silva. 

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