[Las Noticias de Cojedes, Sábado
08/11/2014]
Defendamos a Cojedes
Sres. Gobernantes: “El Colón sigue torturando al pobre”
Saludos amigos(as) lectores “Defensores de la dignidad ciudadana”, de
esa calidad de ser valioso por la capacidad de discernir, de estar dotado de
libertad para actuar y ser creativo, es decir, de tener autonomía para pensar,
opinar y sobre todo, para no ser “un mero
súbdito”, sino todo lo contrario "un dueño y
señor de sus acciones"… “sólo el
que sabe y puede gobernarse a sí mismo”. La dignidad humana es un valor o
(derecho) inviolable de la persona, la juventud nacional debe rescatar su
libertad de comprar, de consumir y de poseer lo que le venga en gana.
La nombrada dignidad
del venezolano, viene siendo mancillada cada día más con el renacer de “Los Colones” y toda una generación
familiar de Colitas, Colas y Colotas
que “Los esclavos modernos” están
obligados a hacer desde que amanece, sin que la autoridad nacional y mucho
menos la regional se dignen en atender, “se
hacen los locos, de la vista gorda o fungen de alcahuetes de los dueños del comercio”…
“dejando a los pobres a la mengua de la
injusticia de los más vivos, siendo castigados en su propia inocencia por los
rufianes con credencial, repelando lo que subastan con sobreprecios los mercaderes
protegidos”. Ese Colón que hoy
tortura, maltrata, expone y deprime al ciudadano original, se asemeja al mismito
Tirano Descarado que trajo
depravación administrativa al Nuevo Mundo,
hace 5 siglos atrás, veamos…
§
Érase
una vez un personaje llamado Colón, “…hace unos 500 años fue depuesto como
gobernador de las Indias a causa de sus atrocidades contra la población local,
dando al traste con su imagen de descubridor virtuoso y de ser benévolo y
sufrido. Los documentos revelan que éste
torturaba a sus esclavos y mató de hambre a varios de sus subalternos. Colón maltrataba a los nativos, los esclavos,
incluidos esclavos blancos españoles, eran vendidos en la plaza y castigados
con severidad por pequeñas faltas. A un joven indígena sorprendido sustrayendo
Trigo, le cortaron la nariz y las orejas, fue encadenado y vendido como
esclavo. Más grave aún, a una mujer que reveló la baja clase proletaria de
Colón, Bartolomé hermano del navegante, mandó a cortarle la lengua después de
hacerla torturar y exhibirla desnuda sobre un Burro. La gente pasaba muchísima hambre. Había envidias,
rencores, rumores de todo tipo... Era una vida de frontera, había subastas de
personas en la plaza. Colón y sus hermanos aplicaban justicia sin juicios, no
distribuían los víveres entre los colonos y aparecen como unos tiranos con
enorme avaricia". <<Cualquier similitud con el gobierno actual es
pura casualidad>>
Estimados coterráneos,
no podemos ceder nuestro temple ante las
autoridades, debemos exigir respeto a nuestros valores ciudadanos consagrados
en la Constitución
y demás leyes nacionales, esas normas tan elementales que nos imponen nuestras
obligaciones (Deberes), pero que también nos asisten al beneficio de nuestros Derechos
[a buenos servicios – de salud,
educación, agua, luz, transporte, seguridad-, vivienda, empleo, buen
salario, protección social,
alimentación, entre otros]. En consecuencia, es indispensable que el
venezolano aplique el Código REPRO [Reclamar,
Exigir, Protestar, Refutar y Oponerse] a todas esas medidas sectarias que
traen mayor caos en la población, y de otras que -por ser burocráticas- causan mayor ineficiencia en los entes
oficiales. No obstante, todas, por separado o por añadidura, “empatucan” - aún más- la situación
cotidiana de la gente, incrementándose “El
Rollo del día a día”… Comienza con una Colita,
luego crece rápido y se convierte en Cola,
en un pestañeo pasa a ser una Colota,
para transformarse en un descomunal Colón
torturador.
En resumen, la actualidad del estado Cojedes no escapa a
esa indeseable condición donde la gente
a de “perder
el santo día, por un Colón”, sobre
todo para comprar “La chaima, La pasta y La
menestra” para “zumbarle al saco”.
Un día normal para un padre de familia en San Carlos, transcurre rindiéndole honor al tirano Colón: “… hacer la Cola para llenar el tobito de agua pa´echarse un
baño. Cumplir con la Cola
en la Parada
de bus para llegar al centro. Meterse en la Cola del banco para sacar efectivo. Ir hacer el Colón del gas pa´poder cocinar. Pero
antes, hay que pasar por Mercal y calarse otro Colón pa´llevar La Sardina. Sin embargo,
después de aguantar ese suplicio, tienes que `mover la culito` buscando los
Colones que faltan: la Cola
del Café, la Cola
de la Harina , la Cola de la crema dental, la Cola del Ace, la Cola del Pañal, la Cola de la Mantequilla , la Cola del Shampoo, la Cola del Jabón, la Cola del Medicamento, entre
otras nuevas que salgan en la semana”…
En
fin, “El Colón más depravado no es el que se forma en la calle para conseguir
algún producto, sino aquel que emula su
otrora atrocidad oficial sirviendo de alcahueta a sus mercaderes”.
Autor: Larris Eduardo Silva
Lara. C.I.: V-5.744.398.
Ing. Agrónomo. Lcdo. Esp. Educación Técnica. Tasador
Profesional. Consultor Ambiental.
E-mail: larris_silva@hormail.com. Twitter: @larris_silva.
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