SALARIO MINIMO 2013 EN VENEZUELA. (AUMENTO DE 2 LOCHAS)

COLUMNA: “Defendamos a Cojedes”. Diario: “Las noticias de Cojedes”. Sábado: 02/11/13

¿QUE SE COMPRA CON “DOS LOCHAS”?

Saludos amigos y paisanos “Defensores de las lochas ganadas en buena lucha”, aprecio sincero a sus críticas constructivas sobre los contenidos por aquí emitidos. En esta oportunidad se trae a colación la pérdida del poder adquisitivo del “salario mínimo” en Venezuela, atendiendo a la implacable devaluación del Bolívar en la actualidad, dentro de la peor economía inflacionaria del mundo (49,4% últimos 12 meses), “Aliñada” con una marcada escasez alimentaria (solo 30% de producción nacional), altísima dependencia de importaciones (70%) y de “napa” un mísero “sueldo mínimo” mensual  (Bs. 2.973,00 = 472,00 $ oficiales = 57 $ negros), sumado a una Alta Tasa de Cambio aumentada en la ultima subasta a 11,30 Bs./US$, pero con un mercado paralelo de 52,62 Bs./US$. Esto quiere decir, que cada vez que haya subasta de dólares a comerciantes se práctica “una nueva devaluación del bolívar” y al traer de fuera los alimentos que consumimos “engordará” -aún más- “el monstruo de la Inflación”. En consecuencia, “las lochitas” del sueldo se devaluarán cada día, para llegar a valer “mucho menos que una puya”… Entonces, he aquí la pregunta “de las 64 mil lochas”. ¿Qué se compra con esas “dos lochas” del sueldo mínimo?

Ahora bien, para ilustrar a los más “chamos”, les cuento: “Aquí en Venezuela, hace varias décadas por allá en los años 50 del s. XX, hubo un programa de concurso en RC TV, que premiaba la pregunta de las 64 mil “Lochas” (era la octava parte del Bolívar, o sea 12,5 céntimos), que juntas completaban 8 mil bolívares. El programa lo conducía el profesor Néstor Luis Negrón, ya fallecido, y tenía como asistente a la señorita Celia Martínez. El preguntaba: Celia: ¿Cuánto tiene el pote? Y ella respondía: el pote tiene tantas lochas Profesor...”. Nunca llegué a saber de alguien que se hubiese ganado “el pote”..., o las 64 mil lochas! Hoy en día, 8 mil bolívares nuevos equivalen a ocho millones de “bolívares viejos”, existentes antes de la reconversión monetaria de 2008. Este mecanismo oficial acuñó nuevos billetes (Bs. 100,00;  50,00; 20,00; 10,00; 5,00 y 2,00)  y monedas (Bs. F 1,00; 0,50; 0,25; 0,125; 0,10; 0,05 y 0,01). Se llevó a cabo mediante la eliminación de tres ceros de la moneda y la nueva unidad se llamó Bolívar Fuerte, con el objetivo de recuperar el poder adquisitivo del dinero.

Prosigo remembrando tiempos idos…  ¡cuando “las lochas valían” carajo!. La moneda de “un Centavo” (un cobre) tenía el valor de 5 Céntimos; “una Puya”: 10 cts.; “un Medio”: 25 cts.;  “un Real”: 50 cts. Inclusive,  se hizo popular una canción infantil titulada “Con real y medio”. La gente compraba “medio litro de leche” con “Real y cuartillo” (un Real más una Locha). Con “un Real” llevaba “un refresco familiar” y con “Medio” se comía una “Empanada”. ¡¡Ah mundo, cuando “la plata” rendía!! Con “una Locha” se podían comprar (en ocasiones diferentes): una arepa vacía, dos huevos, un “pan salao”, una “piñita dulce”, una “cuchará e manteca”, un “trozo e papelón”, una “paleta e mantequilla”, un “paquetico e sal”, una “caja e fósforos”; una vela; un “litro e kerosene” o ”½ litro e gasolina blanca”. La gente -por vieja costumbre- dividía virtualmente “la locha” en dos “cobres” y pedía un “cobre e papelón” y otro de café. Además,  podía comprar  con una locha “un bojote e chimo”, entre otras provisiones, vicios o golosinas..

En resumen, se puede decir, respondiendo la pregunta del Prof. Negrón, que hoy día “las dos lochas” del sueldo mínimo no alcanzan “pa´ un coñito”, ni siquiera “pa la mesada”  de un mozo universitario fuera de su propia  comarca. La susodicha reforma monetaria,  jamás pudo recuperar tan ansiado poder adquisitivo de “las lochitas”; ahora se comprueba que se necesitaba  aplicar un conjunto de políticas fiscales, monetarias y cambiarias, así como un agresivo plan nacional de producción de bienes y servicios que permitiesen  reducir y estabilizar “la voraz inflación”. En fin,  “La locha” fue una moneda muy popular y se prestó para unos cuantos refranes de época, algo de romántico entre la población adulta, porque recuerdan tiempos de “alto poder adquisitivo” que lamentablemente no volverán… debemos seguir la faena <<en la lucha por la locha>>, siempre ¡¡mosca!! Que las promesas políticas de un tiempo hasta hoy <<no valen ni un centavo>>. Nos vemos el sábado próximo.

Autor: Larris Eduardo Silva Lara. C.I.: V-5.744.398.

 Ing. Agrónomo. Lcdo (ESP) Educ. Técnica Consultor Ambiental. Tasador Profesional..

E-mail: larris_silva@hormail.com. Twitter: @larris_silva.