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viernes, 1 de agosto de 2014

En San Carlos de Cojedes: "Hasta las estatuas !Reclaman¡". [Parte 2]

Defendamos a Cojedes. [Las Noticias de Cojedes, 01/08/2014]
  En San Carlos: “Hasta las estatuas  ¡Reclaman!”   [PARTE 2]            
Saludos cordiales, estimados(as) “Defensores del legado moralista de los héroes patrios”, como autor de esta columna pública, por vuestro apoyo, reintegro agradecimiento sincero a todos sus lectores, dado el afecto proferido a dichos planteamientos. En la parte anterior de este escrito, haciendo uso de la parábola gramatical, se refirió el hecho figurativo de caos y anarquía que a diario se percibe en los sitios públicos de San Carlos [léase: Plazas, Avenidas y Calles…], los cuales llevan nombres en honor a los titanes de la patria, y que con dicha alegoría se expone  el irrespeto a su legado histórico, propiciado por la misma autoridad local al “inducir” al ciudadano común a presenciar afrentosos actos profanos en estos sitios públicos, que en términos figurados “han de merecer el reclamo y rechazo hasta de las estatuas allí erigidas”.., En observancia de la peligrosa “inmovilidad encubridora de la Sociedad Civil y “el silencio cómplice” de las Instituciones del Estado, cuya burocracia “se gana un sueldo y que para  protección y defensa del Patrimonio Histórico-Cultural de Cojedes.
No obstante, dado tal nivel de inacción de los “actores” sociales, en este relato surrealista, hasta el mismo Bolívar se bajó de su estatua ecuestre y convocó a los héroes patrios a una reunión en casa La Blanquera, en cuyo seno los ánimos se caldearon a tal punto, que Páez “con lanza empuñá”, hizo señas a Negro Primero pa´que agrupara a sus 153 llaneros  bajo el Samán de la Plaza Mayor. Así mismo, Ricaurte, Manrique, los Figueredo y el propio Generalísimo Miranda  estaban “como  budare en candela e´leña”, cuando el mismo Libertador con sapiencia de líder, calmó los ánimos impulsivos  de los asistentes, quienes pedían enjuiciar marcialmente a las autoridades ineptas causantes de tales agravios a su memoria heroica e irrespeto a sus patrimonios históricos. Asumiendo una posición firme, leyó con tono acérrimo la Proclama sobre uso de sitios públicos de San Carlos:
  “Autoridades  Civiles y Castrenses de la Gran Provincia de Cojedes, contad con la mayor sanción moral de la conciencia  colectiva de sus compatriotas, si vuestro proceder escala en desacato de la Ley, que declarare de utilidad pública e interés social el buen uso y salvaguarda de las obras, conjuntos y lugares constituidos en Honor a los Héroes Patrios, habidos en sus territorios, y que por su legado histórico constituyan elementos de identidad regional”(…) “Ciudadanos cojedeños, seáis culpables aún siendo indiferentes, más incluso, si no obráis activamente en obsequio de la Defensa y Protección del Patrimonio Histórico-Cultural que hoy les rinde homenaje. Conducta antipatriota que da paso a la anarquía en mal uso e irrespeto de nuestra hidalguía; contad con igual sanción por parte de la reserva moral del resto del país y de los otros pueblos libertados por vuestros próceres”(…) “Ediles del Ilustre Cabildo de San Carlos: Habéis presenciado mis elevados esfuerzos para plantear la justicia donde reinaba antes la anarquía. Me opuse a los partidos y en cambio propuse la unión. Abandoné  todo, aún mi tranquilidad. Sin embargo,  mis enemigos persisten en abusar de mí, usurpando mi memoria y profanando hasta mi honor y mi propio nombre con fines proselitistas,  hollando lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la justicia. He sido víctima de mis sacrílegos, que me han conducido al reclamo desde mí santo sepulcro. Yo los remito a la rectificación ante la justicia terrenal. No aspiro a otra gloria que a la consideración de la gloria de los libertadores y el respeto a nuestros monumentos y lugares honoríficos. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la unión y bienestar de los sancarleños, estableciendo y acatando Una Ordenanza de Convivencia Ciudadana, en la cual tanto el gobierno como los habitantes sirvan  despojarse de la anarquía que induce al uso indebido e irrespetuoso de vuestros lugares históricos”(…) “Dicha norma ha de considerar el debido alumbrado, la oportuna restauración y custodia de calles y sitios públicos; para que La Banda Estatal vuelva, los días festivos, a tocar la Retreta de Antaño en La Plaza Mayor. Para que la Avenida de Ricaurte y el Boulevard de Bolívar sean despejados de ilegales tarantantines que deslucen y causan caos en la ciudad. Igualmente para que Las Plazas de los Figueredo, la de Manrique y la del Generalísimo Miranda recobren su majestuosidad, liberándolas de los impertinentes carruseles, carrozas, toldos y tinglados que profanan sus memorias heroicas. En fin, se dicte una norma local que enseñe a la autoridad y al ciudadano mismo a no violentar el debida uso de los sitios públicos”… Casa La Blanquera, San Carlos Cojedes, un día ficticio del 2014.
En conclusión, los funcionarios que cobran un sueldo para hacer cumplir la Ley del Patrimonio Histórico de Cojedes deben justificarlo, dando el ejemplo y exigiendo el respeto a monumentos, lugares y sitios alusivos a la memoria histórica de la patria. Igualmente, el Alcalde y los Concejales han de ser diligentes y capaces para acabar con el caos en el centro de San Carlos, haciendo valer una Ordenanza de Uso Reglamentario de los Espacios Públicos. En fin, el ciudadano mismo debe abandonar la posición de “estatua cómplice”, reclamando el rescate de plazas, avenidas, calles y parques para su ejercicio ético-moral y beneficio colectivo. Hasta el próximo sábado.
Autor: Larris Eduardo Silva Lara. [Ing. Agrónomo; Lcdo. (Esp.) Educ. Técnica; Tasador; Consultor Ambiental]

E-mail: larris_silva@hotmail.com; Twitter: @larris_silva. Blog:http://larris-silva.blogspot.com.

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