Las Noticias de Cojedes, 14/02/2015.
Columna: DEFENDAMOS A COJEDES.
“ESTO ES UNA ECONOMÍA DE PENURIA”
Estimados amigos(as) “Defensores de la cultura del trabajo”,
se agradece en demasía su irrestricto apoyo sincero para los enfoques por aquí
emitidos. Eventualmente, ante este enorme desastre económico de la patria, es
preciso reflexionar y “pelar los ojos” para ver hacia donde se conduce la “Guagua del país”, en la cual “estamos montados” todos los venezolanos,
y en cuya conducción se han perdido elementales signos del sentido común
llevando la dirección económica del colectivo, directamente hacia un
despeñadero… “cual autobús sobre cargado
de expectativas personales en manos de chofer insensato e inexperto, que ante
los gritos de advertencia de sus pasajeros, hace caso omiso – del peligro-
acelerando la marcha, en menosprecio propio de la tranquilidad del gentío, como si
le importara no más que su propio pensamiento y una apuesta personal de calaña
caprichosa”.
Ahora bien, “ese colectivo se llama Venezuela” y lleva unos 30
millones de “pasajeros”, que reclaman ser llevados a feliz destino, donde la
armonía, la paz y la abundancia les gratifiquen el tránsito por el camino del
progreso. No obstante, uno de los fenómenos más particulares de la economía
venezolana en la última década ha sido la escasez de productos de uso diario,
en particular de aquellos con “precios regulados” [léase: estrangulados], como la leche, tipos de carne, el queso, el pollo, los huevos, el
aceite y otros. El gobierno “echa culpas al voleo” de dicha escasez, en primer
lugar, a un ficticio Aumento en el Consumo
[“la gente disque está
comiendo más”]; los Empresarios Cambiaron de Actividad [“ahora, y que son políticos de oposición”]; al Acaparamiento [¿”hasta
de los productos estatizados”?] y al Contrabando de extracción [por desconocidos e “invisibles” que no “pueden” ser descubiertos].
Los economistas en general,
consideran que la escasez es producto
del control de precios a un valor por debajo de los costos y el exceso de
liquidez monetaria [dinero inorgánico] ante un sistema de poca producción
nacional, siendo las causas principales de tal carencia. Consideran que la
economía de Venezuela padece los efectos típicos de una Economía de Penuria. El factor de contrabando es admitido por ambos
grupos: varios productos son mucho más baratos en Venezuela que en Colombia, Brasil y otros países
limítrofes, ejemplo clásico La Gasolina. Para
diciembre de 2013 el grado de escasez según el BCV indicaba que había una
escasez cerca de 30% y para finales de 2014 se duplicó. Esto quiere decir que
casi un 60% de los productos que el consumidor buscaba en los negocios no se
encontraba.
Aquí en este terruño, “toditos
estamos claros, como el agua”… “Aunque
el Petróleo no se come, debemos sembrarlo”, propulsando “La
Cultura del Trabajo”,
en combate frontal con la indeseada “Flojera
conformista” de la actual política de Estado. Recordemos que, en 1998 el país exportaba
bienes no petroleros por un valor de 5 mil 529 millones de dólares mientras que
en 2012 la cifra era de tan solo 3 mil 771 millones de dólares y que para el
año 2014 cayó en más del 35%. Así mismo, lo que compramos fuera, pasó de 15 mil
492 millones de $US en 1998 a 65 mil 360 millones de $US en 2012, y luego
de dos años esto se ha triplicado. A diario la gente <<lo ve, lo siente,
lo husmea, lo oye y lo saborea>>
en las “amargas colas que le
quitan el sueño”, la escasez es verdadera y ”nadie se come la coba” del gobierno, inclinándose más al criterio
fundado por el sentido común, fortalecido por el célebre economista Húngaro János Kornai, quien afirmó “que la escasez en estados comunistas no era
consecuencia de errores de planificación o de precios mal determinados, sino de
imperfecciones del mismo sistema o modelo, que estrangula al capital privado y
alimenta las corruptelas”.
En resumen, el pueblo “que
va dentro del autobús” debe saber para donde lo están conduciendo, además
de conocer las causas verdaderas de sus “fallas
mecánicas o humanas”, en afán “de
maniobrar y frenar a tiempo”, y así salir ilesos de tamaña impericia conductiva.
Es necesario llamar por su nombre a lo que nos afecta actualmente, nuestra Escasez
es General, afecta a todos los sectores de la economía (bienes de consumo, servicios, medios de
producción y materias primas). Cuando el comprador va
al comercio y no encuentra el producto o debe hacer “infernales colas” para adquirirlo, según Kornai, se vive en una Economía de Penuria. En fin, en un Modelo
Económico que lleva “la guagua en reversa
directa al barranco, ¡la solución no será nunca lanzarse del autobús, sino
cambiar la conducción!”.
Autor: Larris Eduardo Silva Lara. C.I.: V-5.744.398. Telf. 0414-579.69.81
Lcdo. Esp. Educación Técnica.
Agropecuaria. Ing. Agrónomo. Tasador Profesional.
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