DEFENDAMOS
A COJEDES.
VENEZUELA… “Un vergel
en manos toscas maltrecho por mentes voraces”
Saludos hermanos(as),
coterráneos todos, “Defensores del
vientre materno… Venezuela”, agradecido de ustedes por esos buenos comentarios, dirigidos a
través de este servidor, para con estas “líneas
de expresión”, que al igual que las
susodichas arrugas en la tercera edad, reflejarían signos evidentes - producto
del análisis reflexivo de un contexto sociopolítico y económico ruinoso - que
la gente ha de asimilar al paso del tiempo… “cual golpe seco en la boca del estómago imposible de disimular,
marcándoles surcos de sufrimiento a lo
personal y a su derredor - como virtud de seres afectivos, vulnerables, hechos
de carne y hueso que ha de dolerle su pellejo convertido en peculio”.
Las naciones que han superado
el subdesarrollo [llámese: pobreza, miseria, escasez, penuria], han comenzado por
liberarse, así mismas, del oscurantismo ideológico,
el fanatismo político y la “escalatoria
falaz –hitleriana” de los
pseudolíderes “esbirros afiliados a una
elite voraz” proclive a apoderarse del gobierno, que con las artimañas
manipuladoras del “populismo brutal”
y la “demagogia descarada”
pretenderían -por siempre- secuestrar para sí, los Poderes de Estado que han de favorecer a las masas , y ¡jamás y nunca¡, a un grupo de poder.
Ejemplo clásico, gobiernos totalitaristas, autocráticos y dictatoriales… que
han tomado el poder por vías violentas (caso de Cuba), o ascienden por la vía
electoral en promesa de cambios revolucionarios, que a la postre resultasen en
tamaños desengaños colectivos, reflejados en más atraso, más penuria y más
corrupción.
Venezuela… “atractiva tierra con nombre femíneo, de hermosura exorbitante,
voluptuosa en sus dotes naturales
agraciados por voluntad manifiesta del creador, figurándola como una fecunda
huerta de potencialidades infinitas, para
dar el sostén lactífero a todos sus dependientes, de cuyos senos lograsen
surgir los más variados y suculentos productos nutricionales que robustecerían
a su progenie, empinándola con su mayor intelecto y fortaleza física, por
encima del desarrollo alcanzado de sus
vecinos más cercanos”. Sin embargo, nuestra bella patria llamada Venezuela,
que en otrora resplandecía más atractiva, más jovial, más amistosa, más
emprendedora que -a pesar de su fama de ricachona – hacía valer sus abundantes dotes
originales para no depender exclusivamente de lo que producían sus lindantes.
Además, nuestra matrona desde su emancipación ¡Jamás¡ había cedido (por quienes
la han tutelado) a las pretendidas intenciones de chuleo de sus riquezas innatas
y tampoco, había sido forzada a la pugna estéril con sus vecinos, que reclaman
el respeto al Derecho Internacional y a los Derechos Humanos in situ.
Venezuela… “en un alegórico vecindario de
predios rústicos, se puede asimilar con una Huerta productiva con excelente ubicación relativa e inmejorables
condiciones físico-naturales para producir
los más variados rubros alimenticios que necesitan tanto sus animosos
labriegos, como los vecinos consumidores de su derredor. Este vergel bendecido
por la luz divina, cuenta además con inmensas riquezas estéticas, minerales y
piedras preciosas, más sin embargo, en esta ficción, nuestra matrona contaría también con
abundante agua cristalina, por la cual sería catalogada en esta fabula COMO UNA
HUERTA RENTISTA MONOAGUAPRODUCTORA … No obstante, más de la mitad de sus
dependientes vive en la miseria, los campos “son un peladero”; los galpones de
procesamiento “un nido de murciélagos”, las maquinas “se las come el oxido” y
lo único que produce ingresos es un pozo de agua profundo, que año tras año, ve
mermado su caudal, y aunado a esto: la obsolescencia de equipos, las regalías
del preciado líquido a los vecinos chulos y la caída de los precios del agua cruda , han llevado a la economía de
la Granja Venezuela a nivel de sub- suelo. Como agravante, sus labriegos han
perdido frentes de trabajo y fuentes de comida, impulsándolos a mendigar de sus
vecinos -más pobres- “la menestra, la
pasta y la sardina” para poder comer. ¡Ah¡,
y aquellos que viven aprovechándose de sus pocas riquezas, siguen metiéndole
“casquillo en la cabeza de sus
dirigentes”, para que le echen la culpa
y riñen con sus vecinos y socios más opulentos”.
En resumen, el vergel llamado Venezuela
presenta una pesada crisis existencial y productiva que no puede atribuirse en
ningún caso a sus vecinos, sea cual sea su condición,, menos aún a sus labriegos, que encarnan las penurias que
azotan a sus propios estómagos. Esas calamidades son única y exclusivamente
culpa de los que asumieron las riendas de esta tierra promisoria. En fin, “a
estas alturas del juego”, los culpables no pueden “buscar chivos expiatorios ni salir a cazar brujas”, en sus manos
toscas y en su mentalidad mediocre estarían las razones, las causas y hasta los malolientes orígenes de la maltrecha economía nacional. La voraz ambición de riqueza y poder ha
llevado a “los apoderados de La Granja
y a sus oportunistas chulos”, a echarle culpas del desastre a los
labriegos y vecinos más cercanos. ¡No hay mal que dure 100 años…¡
LARRIS EDUARDO SILVA LARA, C.I.:V-5744.398.
[Ing.
Agrónomo, Licdo. (Esp.) Educación Técnica y Tasador Profesional.].larris_silva@hotmail.com